¿TIENE
DIOS UN MENSAJE ESPECIAL Ramón
Umashankar era brahmán de nacimiento. Desde pequeño, sus
mayores le enseñaron que era un dios, y que para hacer efectiva
su divinidad debía practicar yoga y meditación. Al llegar
a la adolescencia, Ramón comenzó a preguntarse si realmente
podría encontrar a Dios mediante los diferentes ídolos
que se adoraban en los templos hindúes. Con
el paso de los años, Ramón comenzó a examinar la
Biblia y las enseñanzas de Cristo. Siempre había respetado
a Jesús por su humildad, pero ahora se enteraba que el Mesías
sostenía ser el Hijo único de Dios. Notó que muchos
cristianos parecían tener una paz en su corazón que él
no había logrado tras muchos años de meditación.
Cuando
vio una película sobre la vida de Cristo, por primera vez comprendió
que Jesús, como ser humano, había sufrido y experimentado
temor. Antes de eso pensaba que de alguna manera había usado
sus poderes sobrenaturales para eludir el dolor de la crucifixión.
Ahora se preguntaba, ¿cómo pudo pasar por una prueba tan
grande para salvar a hombres pecadores? Mientras
meditaba sobre la muerte de Cristo, se sintió abrumado por tal
demostración de amor. Decidió renunciar a su codiciada
posición de brahmán y entregar su vida a Jesús,
el Salvador. En comparación con el amor sacrificado de Cristo,
Ramón dijo: "Todo lo demás se hizo pedazos". Este joven brahmán descubrió la verdad central del cristianismo: Jesús, el Salvador del mundo. 1.
¿QUÉ RELIGIÓN SALVA? Jesús
es el Camino, el único camino de salvación. "En
ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo
el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos". -- Hechos
4:12. (A menos que se indique algo diferente, los textos
bíblicos de esta guía de estudio son de la versión
Reina-Valera revisada en 1960.) La
Biblia enseña claramente que estamos perdidos en pecado, y por
lo tanto sujetos a la penalidad del pecado: la muerte (Romanos 6:23).
Todos hemos pecado (Romanos 3:23). Como resultado, todos enfrentamos
la muerte, por lo que todos necesitamos ser rescatados. Jesús
es el Único que nos puede rescatar de la condenación del
pecado. "Y
esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que todo aquel
que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré
en el día postrero". -- S. Juan 6:40. Hay
una sola religión verdadera: "Un Señor, UNA FE, un bautismo". -- Efesios 4:5. 2.
¿TIENE DIOS UN MENSAJE ESPECIAL PARA NUESTROS DÍAS? Sí,
Dios tiene un mensaje especial para los cristianos de los últimos
días. Es el mensaje triple que se encuentra en Apocalipsis 14:6-16.
a)
El mensaje del primer ángel: Aunque
la Escritura presenta tres mensajes simbolizados por tres ángeles,
en realidad es el pueblo de Dios el mensajero para proclamarlos. No
se trata de un nuevo evangelio, sino del "evangelio eterno"
a todo el mundo: "a toda nación, tribu, lengua y pueblo"
. El evangelio eterno de Jesús es el mismo mensaje de salvación
que el pueblo de Dios del Antiguo Testamento aceptó "por
fe" (Hebreos 3:16-19: 4:2; 11:1-40); contiene las mismas enseñanzas
que el mismo Jesús proclamara; es el mismo evangelio que los
discípulos predicaron para conquistar el mundo para Cristo y
el que durante los siglos de la era cristiana mantuvo en alto la esperanza
de salvación en quienes lo aceptaron. El
sencillo pero salvador evangelio de Jesús casi desapareció
de la iglesia por más de mil años durante la Edad Media,
pero la Reforma lo revivió y el pueblo de Dios lo predica hoy
en todo el mundo. El primer ángel proclama este mismo mensaje
evangélico, pero es dado en un nuevo marco --un marco mundial--
para las personas que viven en estos últimos días, previos
a la segunda venida de Cristo. A
quienes aceptan este mensaje se les exhorta: "Temed a Dios, y dadle
gloria [reflejad su carácter]". Los tales muestran al mundo
el carácter amante de Dios, no sólo con sus palabras sino
también con el testimonio de sus vidas, que revelan lo que Dios
puede hacer mediante seres humanos llenos del Espíritu de Cristo. Este
mensaje nos exhorta a adorar "a aquel que hizo el cielo y la tierra"
(Apocalipsis 14:7). b)
El mensaje del segundo ángel: El
segundo ángel nos advierte que "ha caído Babilonia,
la gran ciudad". Apocalipsis 17 representa a la Babilonia espiritual
--el cristianismo apóstata-- como una mujer inmoral (vers. 5).
Ésta aparece en contraste con la mujer pura de Apocalipsis 12,
quien representa a la iglesia cristiana. La mujer que representa a Babilonia
es una mujer inmoral que "ha hecho beber a todas las naciones del
vino del furor de su fornicación". El vino de las doctrinas
falsas ha impregnado estas formas adulteradas del cristianismo. El mensaje
del segundo ángel llama al pueblo de Dios a resistir las falsas
enseñanzas de un cristianismo apóstata que oscurece las
verdades de la Palabra de Dios. Babilonia
representa una mezcla de muchas formas de cristianismo apóstata.
Es peligrosa porque distorsiona la imagen de Dios en sus criaturas,
haciéndolo ver como vengativo y demandante, o permisivo con el
pecado. La iglesia verdadera presentará un cuadro balanceado
de todos los atributos de Dios y mostrará cómo su justicia
y su misericordia se combinan en la verdad de que Dios es amor. Los
que salen de Babilonia, rechazan las enseñanzas antibíblicas
y siguen las enseñanzas de Cristo. c)
El mensaje del tercer ángel: El
mensaje del tercer ángel divide a todo el mundo en dos grupos
porque demanda una decisión. En un grupo se encuentran los cristianos
apóstatas quienes "adora[n] a la bestia y a su imagen, y
recibe[n] la marca en su frente o en su mano". En el otro están
los que rechazan la autoridad de la bestia: son "los santos...
que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús". Notemos
el contraste entre dichos grupos. Los que reciben la marca de la bestia
son adoradores transigentes que siguen ideas y prácticas acomodaticias
y de factura humana. Los "santos" se distinguen por su "paciencia",
su obediencia "a los mandamientos de Dios" y porque "permanecen
fieles a Jesús". Después
que este triple mensaje haya sido proclamado, Jesús volverá
para "cosechar" a los salvados. "Miré,
y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante
al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro,
y en la mano una hoz aguda. Y del templo salió otro ángel,
clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: mete tu hoz,
y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra
está madura. Y el que estaba sentado sobre la nube metió
su hoz en la tierra, y la tierra fue segada". -- Apocalipsis 14:14-16. ¿Ha
admirado usted alguna vez a un cristiano maduro y estable, maravillándose
por su devoción, paciencia y fe, y ha deseado tener una experiencia
espiritual similar? En Apocalipsis 14 Dios da un mensaje especial para
nuestros días, porque puede producir una experiencia semejante. Apocalipsis
12:17 identifica a los cristianos del tiempo del fin como a "los
que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo".
Resumamos las características de los cristianos de los últimos
días: Todo
esto y más une los corazones de los millones de creyentes de
los últimos días descritos en el libro de Apocalipsis.
Su vida de gozo los induce a unirse al apóstol Juan para extenderle
esta invitación: "Les
anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que ustedes
estén unidos con nosotros, como nosotros estamos unidos con Dios
el Padre y con su Hijo Jesucristo. Escribimos estas cosas para que nuestra
alegría sea completa". -- 1 S. Juan 1:3-4, V.
Popular. Mediante
su Espíritu y su iglesia, Jesús le invita a usted a venir
a él y a rendirle su vida: "El Espíritu y la Esposa [la iglesia] dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente". -- Apocalipsis 22:17. 4.
LAS DOS COSECHAS Los
mensajes de los tres ángeles culminan cuando Jesús regresa
a la tierra para "cosechar a los salvados de todos los tiempos"
(Apocalipsis 14:14-16). Jesús reúne a todos los salvados
y los transporta a sus "muchas moradas" en el cielo (S. Juan
14:1-3). Elimina para siempre el pecado, la enfermedad, la miseria y
la muerte. Los santos comienzan a vivir vidas nuevas y gloriosas con
Cristo: cada día es más dichoso y pleno que el anterior,
y así por toda la eternidad (Apocalipsis 21:1-4). Jesús
también "cosechará" a los malvados en ocasión
de su segunda venida. "Salió
otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también
una hoz aguda. Y salió del altar otro ángel, ...y llamó
a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda,
y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras.
Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió
la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar
de la ira de Dios. Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar
salió sangre hasta los frenos de los caballos". -- Apocalipsis
14:17-20. La
destrucción final será una trágica experiencia.
Un evento especialmente triste para Cristo porque deberá destruir
a quienes rehusaron la salvación. Jesús "es paciente
para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento" (2 S. Pedro 3:9). Cuando
Jesús venga para cosechar la tierra, ¿en qué lado
estará usted? ¿Se encontrará entre el grano maduro
con los redimidos de todos los tiempos (Apocalipsis 14:13-16), o se
hallará entre las uvas maduras de la ira, los perdidos (Apocalipsis
14:17-20)? La
cuestión está claramente definida. De un lado, Jesús
permanece con sus manos extendidas, las mismas que fueron clavadas en
la cruz por nosotros, instándonos a ponernos del lado "de
los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús"
(Apocalipsis 14:12). Del otro lado están las voces de meros seres
humanos, diciéndonos que la obediencia a toda la Biblia y a todos
los mandamientos de Dios no es importante. La
multitud frente al balcón de Pilato, hace dos mil años,
tuvo que enfrentar una decisión similar. De un lado estaba Jesús,
el divino-humano Dios-hombre. Del otro, Barrabás, un hombre sin
esperanza, incapaz de ayudarse a sí mismo o de ayudar a los que
presenciaban la trágica escena. Y cuando las palabras de Pilato
llegaron a la multitud, "a quién queréis que os suelte?,
la multitud vociferó en tono airado, "¡a Barrabás"¡ "Entonces
preguntó Pilato, ¿qué haré con Jesús,
que se dice el Cristo? Y Jesús,
el inocente, fue crucificado; y Barrabás, el culpable, fue dejado
libre (Ver S. Mateo 27:20-26). ¿A quién elegirá usted hoy, a Barrabás o a Jesús? ¿Elegirá usted seguir las ideas de factura humana y las enseñanzas contrarias a los Diez Mandamientos y al evangelio eterno de Jesús? ¿O decidirá "guardar los mandamientos de Dios y tener la fe de Jesús"? Recuerde, Jesús es el Único que promete enviar su Santo Espíritu para aclarar cualquier perplejidad que lo turbe, sanar cada aflicción que lo agobie y satisfacer cada deseo de su corazón.
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