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|  | EL SECRETO DE LA ORACIÓN CONTESTADA   En esta Guía estudiaremos cómo la oración, "el aliento del alma", puede ayudarnos a tener una relación más íntima con Dios y una vida cristiana más saludable. 1. 
          UNA CONVERSACIÓN CON DIOS ¿Cómo podemos estar seguros de que Dios nos escucha? "Entonces 
          me invocaréis y vendréis y ORARÉIS A MÍ, 
          Y YO OS OIRÉ; y me buscaréis y me hallaréis porque 
          me buscaréis de todo vuestro corazón". -- Jeremías 
          29:12-13. (A menos que se indique algo diferente, los 
          textos bíblicos en esta Guía de Estudio son de la versión 
          Reina-Valera revisada en 1960.) ¿Qué seguridad dio Jesús de que él escuchará y responderá nuestras oraciones? "Y 
          yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; 
          llamad y se os abrirá". -- S. Lucas 11:9. La oración es un diálogo. Jesús promete: 
 ¿Cómo 
          es posible sentarse con Cristo a la mesa y tener una agradable conversación 
          con él?. Primero, contándole en oración todo lo 
          que tenemos en nuestro corazón. Segundo, escuchando cuidadosamente. 
          A medida que meditamos en oración, Dios puede hablarnos directamente. 
          Y cuando estudiamos su Palabra, él nos hablará a través 
          de sus páginas. La oración para el cristiano puede llegar a ser una forma de vida. "ORAD 
          SIN CESAR. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para 
          con vosotros en Cristo Jesús". -- 1 Tesalonicenses 5:17-18. 
           ¿Cómo 
          podemos "orar sin cesar"? ¿Tenemos que estar siempre 
          de rodillas o repitiendo sin cesar frases de oración o ruego? 
          Por supuesto que no. Se trata de llevar una vida tan íntima con 
          Jesús, que nos sintamos libres de hablar con él en cualquier 
          momento y lugar. "No 
          hay nada que pueda impedirnos elevar nuestro corazón en ferviente 
          oración. En medio de las multitudes de las calles o de una sesión 
          de negocios, podemos elevar a Dios una oración e implorar la 
          ayuda divina... Debemos tener abierta de continuo la puerta del corazón 
          e invitar siempre al Señor Jesús a venir a morar en nuestra 
          alma como un huésped celestial". -El camino a Cristo, pág. 
          99. Una de las mejores maneras de desarrollar esta íntima relación, es meditar mientras oramos. "Dulce 
          será mi meditación en él; yo me regocijaré 
          en Jehová". -- Salmos 104:34. Cuando ore, no presente sólo una larga lista de pedidos. Espere, escuche. Una oración corta y meditada puede enriquecer mucho su relación con Dios. "Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros". -- Santiago 4:8. Cuanto más nos acerquemos a Jesús tanto más podremos sentir su presencia. No se preocupe tanto de sus palabras, sino de hablar honesta y francamente con él. Cuéntele todo. Recuerde que él sufrió la agonía de la muerte para llegar a ser su Amigo más íntimo. 2. 
          ¿CÓMO ORAR? 
 "Padre 
          nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga 
          tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también 
          en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 
          Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos 
          a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos 
          del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos 
          los siglos. Amén" -- S. Mateo 6:9-13. De 
          acuerdo a este modelo, podemos ir a Dios como nuestro Padre, para pedirle 
          que tome posesión de nuestros corazones. Lo buscamos para que 
          supla nuestras necesidades físicas, para que nos perdone y para 
          que nos dé una actitud perdonadora. Recordemos siempre que nuestra 
          capacidad para resistir el pecado viene de Dios. La oración de 
          Cristo concluye con expresiones de alabanza. En 
          otra ocasión Jesús instruyó a sus discípulos 
          a orar al Padre en su "nombre" (S. Juan 16:23), es decir, 
          orar en armonía con el espíritu y los principios de Jesús. 
          Por eso es que los cristianos generalmente terminan sus oraciones diciendo: 
          "En el nombre de Jesús, Amén". En hebreo, "amén" 
          significa "así sea". Aunque 
          la oración modelo nos da una idea de cómo presentar una 
          oración, nuestra comunicación espontánea con Dios, 
          de corazón, es lo mejor. Podemos orar por todo. Dios nos invita a orar por el perdón de nuestros pecados (1 S. Juan 1:9); por el aumento de nuestra fe (S. Marcos 9:24); por las necesidades de la vida (S. Mateo 6:11); por la sanidad de las enfermedades y el sufrimiento (Santiago 5:15); por el derramamiento del Espíritu Santo (Zacarías 10:1). Para él nada es demasiado pequeño para que no lo incluyamos en la oración. "Echando 
          TODA vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado 
          de vosotros". -- 1 S. Pedro 5:7. Nuestro Salvador se interesa por cada detalle de nuestras vidas. Su corazón se alegra cuando nos dirigimos a él con amor y fe. 3. 
          LA ORACIÓN EN PRIVADO 
 "Tenemos... 
          uno que fue TENTADO EN TODO SEGÚN NUESTRA SEMEJANZA, pero sin 
          pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, 
          para alcanzar misericordia y hallar el oportuno socorro". -- Hebreos 
          4:15-16. ¿Debemos tener un lugar especial para la oración privada? "Cuando 
          ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que 
          está en secreto, y tu Padre... te recompensará en público". 
          -- S. Mateo 6:6. Además de orar cuando está trabajado, camina o se encuentra en una reunión social, el cristiano debe apartar un tiempo cada día para la oración personal. Haga su cita diaria con Dios en el momento en que usted pueda concentrarse mejor. 4. 
          LA ORACIÓN EN PÚBLICO 
 "Porque 
          donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí 
          estoy yo en medio de ellos". -- S. Mateo 18:20. Lo mejor que podemos hacer como familia es tener una vida unida de oración. Enseñe a sus hijos que pueden presentar directamente a Dios sus necesidades. Se sentirán animados cuando vean que Dios responde las oraciones en los asuntos prácticos de la vida. Haga del culto de familia un momento agradable y de comunicación. 5. 
          SIETE SECRETOS DE LA ORACIÓN CONTESTADA Cuando Moisés oró, el Mar Rojo se abrió. Cuando Elías oró, descendió fuego del cielo. Cuando Daniel oró, un ángel cerró la boca de los leones. La Biblia nos presenta muchos ejemplos de oraciones contestadas, y nos recomienda la oración como la manera de tener acceso al poder de Dios. Jesús prometió: "Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré". -- S. Juan 14:14. Sin 
          embargo, algunas oraciones parecen no ser escuchadas. ¿Por qué? 
          Estos siete principios le ayudarán a orar más efectivamente: a) 
          Manténgase cerca de Cristo. b) 
          Confíe en Dios.  c) 
          Ríndase confiadamente a la voluntad de Dios.  d) 
          Espere pacientemente en Dios.  e) 
          No persista en el pecado.  f) 
          Sienta la necesidad de Dios.  g) 
          Persista en la oración. 6. 
          LOS ÁNGELES MINISTRAN A LOS QUE ORAN EN SUS NECESIDADES 
 "Busqué 
          a JEHOVÁ, y él me oyó, y me libró de todos 
          mis temores... El ángel de JEHOVÁ acampa en derredor de 
          los que le temen, y los defiende". -- Salmos 34:4, 7. Cuando oramos, Dios envía a sus ángeles para responder nuestras oraciones (Hebreos 1:14). Las Escrituras enseñan que cada hijo de Dios tiene un ángel guardián: "Mirad 
          que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os 
          digo que SUS ÁNGELES en los cielos ven siempre el rostro de mi 
          Padre que está en los cielos". -- S. Mateo 18:10. Descubra el poder de la oración en su vida personal. La Biblia dice: "El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús". -- Filipenses 4:5-7. 7. 
          EL ESTILO DE VIDA CRISTIANO La 
          Biblia describe un distintivo estilo de vida cristiano. De acuerdo a 
          Efesios 4:22-24, el cristiano debe "despojarse" del viejo 
          estilo de vida que es "conforme a los deseos engañosos", 
          y "vestirse" del nuevo estilo de vida que es "creados 
          según Dios". Para triunfar, fije "los ojos en Jesús" hoy y podrá ser parte de la celebración de la victoria final, cuando la paz de Cristo reine para siempre. 
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