EL SECRETO DE LA ORACIÓN CONTESTADA Anatoli
Levitin, historiador y escritor ruso, estuvo preso varios años
en el Gulag siberiano, en donde las peticiones a Dios parecían
congelarse. Pero él se fortaleció espiritualmente, y escribió:
"El mayor de todos los milagros es la oración. Solamente
tengo que volverme mentalmente a Dios e inmediatamente siento una fuerza
que viene a mí de alguna parte, y entra en mi alma y en todo
mi ser. ¿Qué es? ¿De dónde podría
yo, un anciano insignificante y cansado de la vida, conseguir esa fuerza
que me renueva y me salva, elevándome por sobre la tierra? Viene
a mí desde afuera, y no hay fuerza en el mundo que pueda resistirla". En esta Guía estudiaremos cómo la oración, "el aliento del alma", puede ayudarnos a tener una relación más íntima con Dios y una vida cristiana más saludable. 1.
UNA CONVERSACIÓN CON DIOS ¿Cómo podemos estar seguros de que Dios nos escucha? "Entonces
me invocaréis y vendréis y ORARÉIS A MÍ,
Y YO OS OIRÉ; y me buscaréis y me hallaréis porque
me buscaréis de todo vuestro corazón". -- Jeremías
29:12-13. (A menos que se indique algo diferente, los
textos bíblicos en esta Guía de Estudio son de la versión
Reina-Valera revisada en 1960.) ¿Qué seguridad dio Jesús de que él escuchará y responderá nuestras oraciones? "Y
yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis;
llamad y se os abrirá". -- S. Lucas 11:9. La oración es un diálogo. Jesús promete: "He
aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre
la puerta, entrará a él, y cenaré con él,
y él conmigo". -- Apocalipsis 3:20. ¿Cómo
es posible sentarse con Cristo a la mesa y tener una agradable conversación
con él?. Primero, contándole en oración todo lo
que tenemos en nuestro corazón. Segundo, escuchando cuidadosamente.
A medida que meditamos en oración, Dios puede hablarnos directamente.
Y cuando estudiamos su Palabra, él nos hablará a través
de sus páginas. La oración para el cristiano puede llegar a ser una forma de vida. "ORAD
SIN CESAR. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para
con vosotros en Cristo Jesús". -- 1 Tesalonicenses 5:17-18.
¿Cómo
podemos "orar sin cesar"? ¿Tenemos que estar siempre
de rodillas o repitiendo sin cesar frases de oración o ruego?
Por supuesto que no. Se trata de llevar una vida tan íntima con
Jesús, que nos sintamos libres de hablar con él en cualquier
momento y lugar. "No
hay nada que pueda impedirnos elevar nuestro corazón en ferviente
oración. En medio de las multitudes de las calles o de una sesión
de negocios, podemos elevar a Dios una oración e implorar la
ayuda divina... Debemos tener abierta de continuo la puerta del corazón
e invitar siempre al Señor Jesús a venir a morar en nuestra
alma como un huésped celestial". -El camino a Cristo, pág.
99. Una de las mejores maneras de desarrollar esta íntima relación, es meditar mientras oramos. "Dulce
será mi meditación en él; yo me regocijaré
en Jehová". -- Salmos 104:34. Cuando ore, no presente sólo una larga lista de pedidos. Espere, escuche. Una oración corta y meditada puede enriquecer mucho su relación con Dios. "Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros". -- Santiago 4:8. Cuanto más nos acerquemos a Jesús tanto más podremos sentir su presencia. No se preocupe tanto de sus palabras, sino de hablar honesta y francamente con él. Cuéntele todo. Recuerde que él sufrió la agonía de la muerte para llegar a ser su Amigo más íntimo. 2.
¿CÓMO ORAR? Cuando
oramos, podemos seguir el modelo que Jesús dio en el Sermón
del Monte. Él enseñó a sus discípulos el
Padrenuestro para satisfacer su pedido: Enséñanos a orar". "Padre
nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga
tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también
en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos
a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos
del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos
los siglos. Amén" -- S. Mateo 6:9-13. De
acuerdo a este modelo, podemos ir a Dios como nuestro Padre, para pedirle
que tome posesión de nuestros corazones. Lo buscamos para que
supla nuestras necesidades físicas, para que nos perdone y para
que nos dé una actitud perdonadora. Recordemos siempre que nuestra
capacidad para resistir el pecado viene de Dios. La oración de
Cristo concluye con expresiones de alabanza. En
otra ocasión Jesús instruyó a sus discípulos
a orar al Padre en su "nombre" (S. Juan 16:23), es decir,
orar en armonía con el espíritu y los principios de Jesús.
Por eso es que los cristianos generalmente terminan sus oraciones diciendo:
"En el nombre de Jesús, Amén". En hebreo, "amén"
significa "así sea". Aunque
la oración modelo nos da una idea de cómo presentar una
oración, nuestra comunicación espontánea con Dios,
de corazón, es lo mejor. Podemos orar por todo. Dios nos invita a orar por el perdón de nuestros pecados (1 S. Juan 1:9); por el aumento de nuestra fe (S. Marcos 9:24); por las necesidades de la vida (S. Mateo 6:11); por la sanidad de las enfermedades y el sufrimiento (Santiago 5:15); por el derramamiento del Espíritu Santo (Zacarías 10:1). Para él nada es demasiado pequeño para que no lo incluyamos en la oración. "Echando
TODA vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado
de vosotros". -- 1 S. Pedro 5:7. Nuestro Salvador se interesa por cada detalle de nuestras vidas. Su corazón se alegra cuando nos dirigimos a él con amor y fe. 3.
LA ORACIÓN EN PRIVADO Casi
todos tenemos cosas que vacilamos en compartirlas con nuestros más
íntimos amigos. Por eso Dios nos invita a ir a él por
medio de la oración privada, para aliviar nuestras cargas. El
Todopoderoso conoce mejor que nosotros nuestros temores secretos y nuestros
motivos y resentimientos ocultos. Pero necesitamos abrirle nuestro corazón.
La sanidad del alma comienza cuando Jesús puede tocar nuestras
heridas. ¿Se siente usted preocupado o culpable? Dígaselo
al Señor. Cuando oramos, él está cerca para ayudarnos: "Tenemos...
uno que fue TENTADO EN TODO SEGÚN NUESTRA SEMEJANZA, pero sin
pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia,
para alcanzar misericordia y hallar el oportuno socorro". -- Hebreos
4:15-16. ¿Debemos tener un lugar especial para la oración privada? "Cuando
ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que
está en secreto, y tu Padre... te recompensará en público".
-- S. Mateo 6:6. Además de orar cuando está trabajado, camina o se encuentra en una reunión social, el cristiano debe apartar un tiempo cada día para la oración personal. Haga su cita diaria con Dios en el momento en que usted pueda concentrarse mejor. 4.
LA ORACIÓN EN PÚBLICO Unirse con otros en oración crea un vínculo especial e invita al poder de Dios en gran manera. "Porque
donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí
estoy yo en medio de ellos". -- S. Mateo 18:20. Lo mejor que podemos hacer como familia es tener una vida unida de oración. Enseñe a sus hijos que pueden presentar directamente a Dios sus necesidades. Se sentirán animados cuando vean que Dios responde las oraciones en los asuntos prácticos de la vida. Haga del culto de familia un momento agradable y de comunicación. 5.
SIETE SECRETOS DE LA ORACIÓN CONTESTADA Cuando Moisés oró, el Mar Rojo se abrió. Cuando Elías oró, descendió fuego del cielo. Cuando Daniel oró, un ángel cerró la boca de los leones. La Biblia nos presenta muchos ejemplos de oraciones contestadas, y nos recomienda la oración como la manera de tener acceso al poder de Dios. Jesús prometió: "Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré". -- S. Juan 14:14. Sin
embargo, algunas oraciones parecen no ser escuchadas. ¿Por qué?
Estos siete principios le ayudarán a orar más efectivamente: a)
Manténgase cerca de Cristo. b)
Confíe en Dios. c)
Ríndase confiadamente a la voluntad de Dios. d)
Espere pacientemente en Dios. e)
No persista en el pecado. f)
Sienta la necesidad de Dios. g)
Persista en la oración. 6.
LOS ÁNGELES MINISTRAN A LOS QUE ORAN EN SUS NECESIDADES El salmista se regocijaba porque sus oraciones fueron contestadas: "Busqué
a JEHOVÁ, y él me oyó, y me libró de todos
mis temores... El ángel de JEHOVÁ acampa en derredor de
los que le temen, y los defiende". -- Salmos 34:4, 7. Cuando oramos, Dios envía a sus ángeles para responder nuestras oraciones (Hebreos 1:14). Las Escrituras enseñan que cada hijo de Dios tiene un ángel guardián: "Mirad
que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os
digo que SUS ÁNGELES en los cielos ven siempre el rostro de mi
Padre que está en los cielos". -- S. Mateo 18:10. Descubra el poder de la oración en su vida personal. La Biblia dice: "El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús". -- Filipenses 4:5-7. 7.
EL ESTILO DE VIDA CRISTIANO La
Biblia describe un distintivo estilo de vida cristiano. De acuerdo a
Efesios 4:22-24, el cristiano debe "despojarse" del viejo
estilo de vida que es "conforme a los deseos engañosos",
y "vestirse" del nuevo estilo de vida que es "creados
según Dios". Para triunfar, fije "los ojos en Jesús" hoy y podrá ser parte de la celebración de la victoria final, cuando la paz de Cristo reine para siempre.
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