UN PLAN PARA SU VIDA Después
que un ministro predicó sobre el tema "por qué creo
en Jesús", un joven bien vestido lo visitó, y le
dijo: "Su sermón fue muy interesante, pero todo lo que dijo
de Jesús lo sacó de su Biblia. Dígame, si Cristo
vivió sobre la tierra, ¿por qué la historia no
habla de él? "Es
una buena pregunta -respondió el predicador mientras tomaba unos
libros de la biblioteca-. Pero la historia sí habla de Cristo".
"Me
gustaría leerlo personalmente", contestó el joven. "Muy
bien -le respondió-, en la Carta 97 del Libro 10 de las Cartas
de Plinio el Joven, procónsul de Roma en Bitinia, una provincia
romana de Asia Menor, Plinio le cuenta al emperador Trajano acerca de
los sucesos en su provincia. Aquí le pide consejo sobre cómo
tratar a una nueva secta, los cristianos. Le dice que crecen rápidamente
y cantan himnos compuestos para su líder, Cristo. Plinio envió
esta carta en el año 110 d.C. Este documento ofrece una evidencia
del hombre llamado Cristo y del esparcimiento de su fe desde los días
de los apóstoles". Sorprendido,
el joven le pidió que le dijera más. El ministro buscó
en otro libro, y agregó: "Otro historiador contemporáneo
de Plinio, fue Tácito. En sus Anales (libro 15, capítulo
44) habla de los cristianos, odiados y perseguidos por Nerón
en el tiempo del incendio de Roma. Tácito explica que el nombre
"cristianos" derivaba del nombre de Cristo, quien había
sido muerto por Poncio Pilato, procurador de Judea, durante el reinado
de Tiberio. Todos estos detalles de Tácito concuerdan con los
nombres, sucesos y lugares que menciona la Biblia. Pastor
-dijo el joven-, ¡yo no sabía que estas cosas estaban en
la historia secular! Después
el ministro agregó: "Quiero que usted sepa que en el año
180 d.D. Celso escribió un libro para atacar a los cristianos,
indicando que en ese tiempo ya eran una fuerza reconocida . "Si
aún lo duda -le dijo-, recuerde que las historias de los cuatro
Evangelios son tan fidedignas como la de los libros seculares". El joven se fue convencido de que Jesucristo era una figura real e histórica. 1.
CRISTO HA EXISTIDO DESDE LA ETERNIDAD Jesús
no sólo fue un hombre bueno, sino también Dios. ¿Qué
reclamó Cristo para sí en cuanto a su divinidad? "Si
me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde
ahora le conocéis, y le habéis visto... El que me ha visto
a mí, ha visto al Padre". -- S. Juan 14:7-9.
(A menos que se indique algo diferente, los textos bíblicos
en esta Guía de Estudio son de la versión Reina-Valera
revisada en 1960.) Si
usted desea saber las respuestas a las preguntas "¿Quién
es Dios?", "¿Cómo es él?", mire
a Jesús, quien declaró: "Yo
y el Padre uno somos". -- S. Juan 10:30. Dios el Padre y Jesús el Hijo, existieron juntos desde la eternidad (Hebreos 1:8). No hubo momento alguno en que Jesús no fuera uno con el Padre. El Padre tiene el mismo amor y cuidado por cada persona que el que Cristo mostró cuando vivió en la tierra. 2.
CRISTO, CORAZÓN DE LA HISTORIA Y DE LA PROFECÍA Una
de las cosas que hace que Cristo sea completamente único, es
esta: su biografía fue escrita siglos antes de que naciera. Las
profecías del Antiguo Testamento presentan un claro bosquejo
anticipado de su vida, de su muerte y de su resurrección. El
Nuevo Testamento nos habla de su cumplimiento. Los
profetas que vivieron de 500 a 1.500 años antes del nacimiento
de Cristo registraron numerosas y claras profecías en cuanto
a la venida del Mesías. Esas profecías identifican la
ciudad en donde nacería Cristo, su nombre y su obra. Presentan
detalles de su juicio y los sucesos relacionados con su muerte. Hasta
se registra el año, el día y la hora de su muerte, y que
resucitaría al tercer día. Cuando la gente comparaba la
vida de Jesús con las profecías, ¿a qué
conclusión llegaban? "Hemos
hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así
como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret".
-- S. Juan 1:45. En
su primera aparición pública, nuestro Salvador citó
las profecías para establecer su identidad. Después de
citar un pasaje del Antiguo Testamento, declaró: "Hoy
se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros". -- S. Lucas
4:21. Y horas
después de su resurrección, recordó a dos de sus
discípulos las profecías que lo señalaban, con
estas palabras: "¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas... Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían". -- S. Lucas 24:25-27. 3.
LA VIDA DE CRISTO, UN CUMPLIMIENTO DE LA PROFECÍA Veamos algunos de estos mensajes proféticos del Antiguo Testamento y su cumplimiento en la vida de Cristo. SU
LUGAR DE NACIMIENTO SU
NACIMIENTO DE UNA VIRGEN SU
LINAJE DE LA TRIBU DE JUDÁ SU
RECHAZO SU
TRAICIÓN Y EL PRECIO PAGADO A SU TRAIDOR SU
MUERTE EN LA CRUZ SU
SALIDA DE LA TUMBA La
evidencia es poderosa porque Cristo no cumplió sólo unas
pocas profecías. Su biografía fue escrita con anticipación,
por medios sobrenaturales. ¡Cristo verdaderamente es el Hijo de
Dios! Ante tales evidencias, con oración debemos hacer una sincera decisión acerca de quién es el Señor de nuestras vidas. Si usted todavía no la ha hecho, ¿por qué no decide ahora poner su vida en las manos de Jesús? 4.
UNA VIDA PLANEADA Jesús
vivió una vida planeada por Dios cientos de años antes
de su nacimiento. Y él, consciente de este hecho, estaba atento
a la dirección divina. Por eso dijo: "Nada
hago por mí mismo, sino que según me enseñó
el Padre, así hablo..., porque yo hago siempre lo que le agrada".
-- S. Juan 8:28-29. La
mente y el corazón de Dios también tienen un plan para
cada ser humano. Él sabe bien cómo cada uno de nosotros
puede satisfacer sus más profundos anhelos y tener vida abundante. Rafael
no se sentía muy seguro de querer someter su vida al plan de
Dios. Cuando tuvo que escoger a qué colegio asistir, por primera
vez en su vida decidió buscar la dirección divina. Después
de orar por varios días y escuchar el consejo de otros, decidió
asistir a una universidad desconocida en el oeste de Illinois. Se matriculó
no de muy buena gana; al poco tiempo había hecho amistad con
unos maravillosos jóvenes cristianos que pertenecían a
la Cruzada por Cristo. Esta experiencia cambió totalmente su
vida. Cuando Rafael mira hacia atrás, se da cuenta de que siempre
que ha tenido que tomar una decisión y ha buscado la ayuda divina,
"Dios le abrió una nueva y grande dimensión en su
vida" ¿Cómo
podemos conocer el plan divino para nuestra vida? 5.
LAS INSTRUCCIONES DEBEN ARMONIZAR Es
posible, sin duda, que usted piense que vive según la voluntad
divina, pero está siguiendo sus propios impulsos e inclinaciones
(Proverbios 16:25). Nuestros sentimientos deben armonizar con las enseñanzas
de la Biblia. No es seguro pensar que Dios nos dirige, a menos que armonicen
las tres guías que acabamos de exponer. Tomemos
por ejemplo a Pedro. Tenía una buena esposa y dos niños,
pero entró en relaciones con otra dama. ¿Cómo reconciliar
su conducta con la enseñanza clara de la Biblia contra el adulterio?
Él dijo a sus amigos: "He orado sobre esto, y siento que
es la voluntad de Dios". Las
emociones y sentimientos de Pedro lo llevaron por el camino equivocado.
Pensaba que esta relación era "providencial" y no se
detenía a meditar en su situación a la luz de la enseñanza
bíblica. Si lo hubiera hecho, se habría dado cuenta que
estaba confundiendo sus apetitos carnales con impresiones divinas. ¿Cuál
es la prueba definitiva para determinar el curso correcto de acción?
La Biblia dice: Nunca debemos permitir que impresión alguna, o circunstancia dudosa, nos aparte de los principios bíblicos. 6.
SOMETIÉNDOSE AL PLAN DE DIOS Cuando
Satanás se acercó a Jesús en el desierto para tentarlo,
le sugirió: "Si sólo renuncias a los dolorosos sacrificios
que tu Padre ha planeado para ti, yo pondré el mundo en la palma
de tus manos: fama, fortuna y una vida llena de comodidades". Y
Satanás hasta se atrevió a citar las Escrituras en su
intento por extraviar a Jesús. Pero Jesús, cada vez le
respondía con estas palabras: "Escrito está"
(S. Mateo 4:1-11). La
lección más provechosa que podemos aprender de la vida
de Jesús fue su sometimiento a la voluntad de su Padre. Aun en
el huerto del Getsemaní, exclamó: "Padre mío,
si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero,
sino como tú" (S. Mateo 26:39). Después de tres años
de ministerio viviendo día a día en armonía con
el plan de su Padre, al morir pudo decir: "Consumado es" (S.
Juan 19:30). Lo que Jesús realmente quiso decir es: "El
plan de Dios para mi vida se ha cumplido cabalmente". A medida que usted escuche la voz divina a través de su Palabra, por medio de circunstancias providenciales o directamente a su corazón, podrá aceptar su dirección de todo corazón. Entonces, usted también podrá descubrir el gozo de una vida dirigida por Dios.
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