PODEMOS CREER EN DIOS Juan
le preguntó a un ateo si alguna vez había acariciado la
idea de que Dios existe. "¡Por supuesto! -respondió el ateo-. Cuando nació nuestro primer hijo casi llegué a creer en Dios. Al ver a esa criatura pequeña, pero perfecta, y observar sus flexibles deditos y su inteligente mirada, pasé por un período en el que casi dejo de ser ateo. Al mirar a ese niñito, casi me convencí de que Dios existe". 1.
TODO DISEÑO TIENE UN DISEÑADOR El
diseño del cuerpo humano exige la existencia de un diseñador.
Los científicos nos dicen que el cerebro almacena y recuerda
miles de imágenes mentales, reúne detalles y soluciona
problemas, aprecia la belleza. Los impulsos eléctricos originados
en el cerebro controlan toda la actividad muscular de nuestros cuerpos.
Las
computadoras también funcionan con impulsos eléctricos,
pero fueron mentes humanas quienes las inventaron y son mentes humanas
las que las programan y les indican lo que tienen que hacer. Por
eso es que el salmista concluye que el cuerpo humano habla claramente
de un Creador: "Te
alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy
maravillado, y mi alma lo sabe muy bien". -- Salmos 139:14.
(A menos que se indique algo diferente, los textos bíblicos en
esta Guía de Estudio son de la versión Reina-Valera revisada
en 1960.) No
tenemos que ir muy lejos para hallar las "obras" de Dios.
El complejo diseño del cerebro humano y de otros órganos
de nuestro cuerpo son las "obras" de Dios, y hablan de la
infinita destreza de su diseñador. No
hay bomba creada por el hombre que se pueda comparar con el corazón
humano. No hay sistema de computadoras que pueda igualar a la red que
conforma el sistema nervioso. No hay televisor tan eficiente como lo
es la voz, el oído y el ojo humanos. No hay equipo de aire acondicionado
y calefacción que se pueda comparar al trabajo que realizan nuestra
nariz, nuestros pulmones y nuestra piel. La complejidad del cuerpo humano
indica que alguien lo diseñó, y ese Alguien es Dios. El
cuerpo humano es un conjunto de órganos -todos relacionados entre
sí; todos minuciosamente diseñados. Los pulmones, el corazón,
los nervios y los músculos, todos realizan complicadas e increíbles
funciones que dependen de las complicadas e increíbles funciones
de los otros. Si
usted marca diez monedas del uno al diez, y las pone en su bolsillo,
las revuelve y luego las saca una a una, ¿cuáles son las
posibilidades que tiene de que lo haga en la misma secuencia? La ley
matemática nos dice que solamente hay una en diez mil millones
de que eso ocurra. Piense
ahora en el cerebro, el corazón, los pulmones, las arterias,
las venas, los riñones, los oídos, los ojos y los dientes,
trabajando juntos y comenzando sus funciones al mismo tiempo. ¿Cuál
es la más razonable explicación para el diseño
del cuerpo humano? "Entonces
dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza...
Y CREÓ DIOS AL HOMBRE A SU IMAGEN, a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó". -- Génesis 1:26-27. Dios
nos diseñó a su imagen. Él es el Ingeniero Supremo
que nos trajo a la existencia. 2.
TODO LO HECHO TIENE UN HACEDOR Pero
la evidencia de que Dios es el Creador va más allá del
diseño de nuestros cuerpos; se extiende también a lo que
nos rodea, por ejemplo, los cielos. Salga de la ciudad, vaya al campo
y observe el cielo nocturno. Esa nube blanquecina detrás de las
estrellas es una galaxia que llamamos la Vía Láctea, compuesta
por miles de millones de soles semejantes al nuestro. Nuestro sistema
solar pertenece a la Vía Láctea. Y la Vía Láctea
en una entre cien mil millones de galaxias que se pueden apreciar mediante
potentes telescopios. Ya
lo dijo el salmista: "Los
cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de
sus manos". -- Salmo 19:1-3. Por
lo que, con seguridad, al contemplar el intrincado diseño y la
vastedad del universo, podemos decir que: "En
el principio creó Dios los cielos y la tierra". -- Génesis
1:1. "(Dios)
es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten".
-- Colosenses 1:17. Toda
la creación testifica de Dios, el Diseñador Maestro y
el Creador Infinito. En el primer versículo de la Biblia, "en
el principio" encontramos la respuesta al misterio de la vida.
Este primer texto que registra la Biblia nos dice que ¡hay un
Dios que creó todas las cosas! Muchos
científicos creen en Dios. El Dr. Arthur Compton, Premio Nóbel
de Física, dice sobre este versículo: "Para mí
la fe comienza con la seguridad de que una inteligencia suprema trajo
el mundo a la existencia y creó al hombre. Para mí no
es difícil tener esta fe, porque es incontrovertible que donde
hay un plan hay una inteligencia. Un universo ordenado y que se despliega,
testifica de la verdad de la declaración más majestuosa
que alguna vez se haya pronunciado: 'En el principio... Dios'". La
Biblia no intenta probar que Dios existe sino que declara su existencia.
El Dr. Arthur Conklin, ex biólogo de la Universidad Princeton,
escribió: "La probabilidad de que la vida se originó
por un accidente es comparable a la posibilidad de que un diccionario
resultara de la explosión de una imprenta". Los seres humanos pueden inventar o construir cosas, pero nunca podrán crear algo de la nada. Entonces, ¿quién las creó en el principio? Todo proclama que Dios las diseñó, las creó y las sostiene. Es la única respuesta confiable para el origen del universo, este mundo y los seres que en él viven. 3.
DIOS ENTRA EN RELACIÓN PERSONAL CON EL HOMBRE El
mismo Dios que diseño los cielos estrellados y creó el
universo, busca una relación personal con el ser humano. La Sagrada
Escritura nos dice que "hablaba Jehová a Moisés como
habla cualquiera a su compañero" (Éxodo 33:11). Dios
también quiere tener esa relación personal con usted y
ser su Amigo. Jesús prometió a sus seguidores: "Vosotros
sois mis amigos" (S. Juan 15:14). La
humanidad es religiosa por naturaleza. Sentimos una inevitable necesidad
de un Poder superior. Nos distinguimos de los animales por nuestra razón
e imaginación y por la capacidad de escoger entre lo recto y
lo incorrecto. Ningún animal ha construido un altar para adorar.
Es el ser humano el que posee un innato deseo de adorar, "una sed
de Dios". En
la década de 1990, millones de ateos de Rusia renunciaron a sus
ateísmo y se volvieron a Dios. Un profesor universitario de San
Petersburgo, hizo una declaración que tipifica el comentario
de muchos ateos convertidos en la ex Unión Soviética:
"He buscado en el campo de las ciencias un sentido para mi vida,
pero no encontré nada en qué confiar. Los científicos
que me rodeaban sentían el mismo vacío. Pero cuando en
mis investigaciones astronómicas observaba la vastedad del universo
y el vacío de mi alma, sentía que la vida debía
tener algún significado. Entonces, cuando recibí la Biblia
que usted me obsequió y comencé a leerla, el vacío
de mi vida fue llenado. He encontrado que la Biblia es la única
fuente de confianza para mi alma. He aceptado a Jesús como mi
Salvador, y he hallado paz, descanso y satisfacción en la vida". Un
cristiano cree en Dios porque lo ha encontrado y descubre que él
satisface las necesidades más profundas del corazón. El
Dios que los cristianos gozosamente han descubierto que existe, nos
da una nueva perspectiva, nuevos propósitos, nuevo significado,
nuevos motivos y nuevas alegrías. Dios
no promete una vida libre de luchas y conflictos, pero nos asegura que
nos guiará y sostendrá si entramos en una relación
nueva y personal con él. Como resultado, millones de cristianos
que han aceptado a Jesús, estarán listos a dejar cualquier
cosa antes que volver a su vida anterior, sin Dios. Esa
es la maravilla más grande: que el Todopoderoso Dios que diseñó
todas las criaturas y creó y sostiene las galaxias, también
anhela entrar en una relación personal con todo hombre, mujer,
joven y señorita. El rey David, maravillado, escribió: "Cuando
veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú
formaste, digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de él
memoria?" -- Salmos 8:3-4. Nuestro
Creador nos observa a todos. Tiene interés personal en ti, como
si fueras el único ser que hubiera creado. Por
lo tanto, podemos creen en Dios: 4.
¿QUÉ CLASE DE DIOS ES ÉL? Es
razonable pensar que un Dios personal quiera revelarse a sus criaturas
como un padre desea que sus hijos lo conozcan. Y en la Biblia, Dios
nos dice quién y cómo es. ¿Qué
modelo usó Dios para crear al hombre y la mujer? "Y
creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó". -- Génesis 1:27. Nosotros
fuimos hechos a imagen de Dios. Por eso podemos tener una relación
personal con él. Nuestra capacidad de pensar y sentir, de recordar
y esperar, de reflexionar y analizar, todo proviene de él. ¿Cuál
es el rasgo sobresaliente de la personalidad de Dios? "Dios
es amor". -- 1 S. Juan 4:8. Dios se relaciona con los seres humanos con su corazón de amor. Todo lo que él hace está motivado por su amor abnegado. 5.
¿DE QUÉ MODO JESÚS REVELA CÓMO ES DIOS? En
su Palabra, Dios repetidamente se presenta como un padre. "¿No
tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios?
-- Malaquías 2:10. Hay
muchos padres son realmente indeseables: negligentes, crueles, abusivos.
Pero Dios no es así. Él es un padre cariñoso y
atento. Se parece a los padres a quienes les agrada jugar con sus hijos;
a los que deleitan a sus niños contándoles maravillosas
historias. Nuestro
Padre celestial anhela hacer algo más que revelarse en las Santas
Escrituras. Por eso decidió entrar en nuestro mundo como una
Persona real y específica. Bajó hasta nuestro nivel y
llegó a ser como nosotros, para poder enseñarnos cómo
vivir y ser felices. "(Jesús)
es la imagen del Dios invisible". -- Colosenses 1:15. Dios descendió al mundo en la persona de Jesús. Al venir a este mundo, Jesús fue Dios hecho carne. Fue Dios visible, el pensamiento de Dios hecho audible. Jesús mismo dijo: "El que me ha visto a mí, ha visto al Padre" (S. Juan 14:9). Si usted ha visto a Jesús, ha visto a Dios. Cuando
lea la historia de Jesús en los cuatro primeros libros del Nuevo
Testamento -los cuatro Evangelios-, descubrirá un retrato fascinante
de nuestro Padre celestial. Pescadores rudos y autosuficientes dejaron
sus redes y siguieron a Cristo, y los niños lo rodeaban para
que los bendijera. Él podía consolar a los pecadores más
atribulados y desenmascarar a los hipócritas. Sanaba con poder
a los leprosos y ciegos. Jesús demostró en todos sus actos
que "Dios es amor". Él satisfizo las necesidades humanas
como nadie lo ha hecho ni lo hará. La
revelación gloriosa y final de Jesús sobre el carácter
de Dios, fue en la cruz. "Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna". -- S. Juan 3:16. Jesús
murió no sólo para darnos una vida más feliz, sino
para que tengamos vida eterna. Jesús es el "Hijo unigénito"
de Dios. Él es el "único" en su clase, el único
que es completamente Dios y completamente hombre. Durante
siglos, la humanidad anheló, esperó y soñó
acerca de Dios. Veía las obras de sus manos en el cielo y las
bellezas en la naturaleza, y pensaba: "¡Si Dios fuera sólo
como esto!" Pero Jesús rompió el silencio de siglos
en la cruz, y de pronto la gente se encontró contemplando el
rostro de Dios, viéndole como realmente es: amor, eterno e inmortal
amor. Usted puede descubrir a Dios ahora mismo como Jesús lo revela. Este descubrimiento lo guiará a hacer esta afirmación personal: "¡Padre, yo te amo!"
Derechos reservados © 2002 The
Voice of Prophecy Radio Broadcast |
|