CUANDO JESÚS VENGA POR USTED

Después de años de maltrato, Armando Valladares era sólo una sombra escuálida y lisiada de lo que había sido. Fue sentenciado a 30 años de prisión por el "crimen" de orar en una iglesia el día de Navidad. En la cárcel fue sometido a torturas, humillación y hambre, pero nunca abandonó su fe.

Algo especial lo sostenía: una promesa que le había hecho a una joven llamada Marta. Se conocieron y se enamoraron cuando él estaba preso. Ella se sentía atraída por la intensa fe de él. Poco después se casaron por lo civil en el patio manchado de sangre de la cárcel. Marta fue obligada a emigrar a Miami.

La separación fue muy triste, pero Armando se las ingenió para seguir en contacto con ella. En un pedazo de papel desechado garabateó su promesa: "Estaré contigo... Las bayonetas en el horizonte, a mis espaldas, no me detendrán".

Armando había decidido que de alguna manera Marta y él formularían sus votos a Dios en una iglesia. Algún día la unión sería completa. "Tú siempre estás conmigo", le dijo él.

La promesa de Armando lo sostuvo a través de los años de maltratos, que habrían destruido el espíritu de otros hombres. Y también sostuvo a Marta. Ella se dedicó a trabajar incansablemente para llamar la atención del público hacia la situación de su esposo. Nunca abandonó la esperanza.

1. LA PROMESA

Muchas veces nos sentimos tentados a cavilar sobre la segunda venida de Cristo. ¿Realmente descenderá del cielo azul sobre nosotros para esa maravillosa reunión? ¡Hemos estado separados tanto tiempo! Un final tan glorioso para la larga y trágica historia de la tierra parece demasiado maravilloso para ser cierto.

Pero hay algo que mantiene la esperanza viva en nuestros corazones. Y es la promesa de Jesús de que volvería. Poco antes de ascender al cielo, dijo a sus discípulos:

"No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, VENDRÉ OTRA VEZ, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis". -- S. Juan 14:1-3. (A menos que se indique algo diferente, los textos bíblicos en esta Guía de Estudio son de la versión Reina-Valera revisada en 1960).

Jesús prometió a sus seguidores: "VENDRÉ OTRA VEZ". Prometió regresar para llevar con él a un lugar muy especial, a todos los que en él creen.

La segunda venida de Jesús es una realidad de la que la Escritura habla unas 2.500 veces. El hecho de que Jesús volverá a la tierra por segunda vez es tan cierto como que vivió en ella hace dos mil años.

Hace mucho Dios prometió que el Mesías vendría. El Libertador que tomaría sobre sí mismo nuestra maldad y proveería perdón para los pecados de la humanidad. Esa promesa parecía algo inconcebible para el mundo antiguo, que luchaba en la oscuridad. Pero Jesús vino y murió en la cruz. La promesa se hizo una realidad más gloriosa de lo que imaginaban.

Su promesa de volver a la tierra también se cumplirá. Podemos confiar en Aquel que nos ama: volverá para llevar con él a aquellos por los cuales pagó un precio infinito.

Desde la prisión, Armando Vallada-res siguió enviando a Marta sus mensajes, poemas y dibujos. Ella publicó algunos. Su tenacidad atrajo la atención del mundo al punto de que varios gobernantes presionaron al del país de Armando para que liberara a los prisioneros por asuntos de conciencia. El presidente de Francia personalmente intervino y, en octubre de 1982, Armando Valladares fue puesto en un avión rumbo a París.

No creía que estaba libre ni después de bajar del avión. Tras veinte a-os de sufrimientos, nostalgias y esperas, pudo abrazar a su querida Marta. Pocos meses después, la feliz pareja repitió sus votos delante de una iglesia cristiana en Miami. Ahora su unión era completa. Por fin se cumplió la promesa: "Estaré contigo".

¿Puede usted imaginarse qué reunión más maravillosa habrá cuando finalmente podamos ver a Jesús cara a cara? Su gloriosa aparición hará desaparecer todos nuestros dolores y frustraciones, y borrará el dolor de nuestros corazones. La venida de Jesús satisfará nuestros más profundos anhelos y caras expectativas. Entonces entraremos en una unión íntima y eterna con el Personaje más maravilloso del universo. ¿Anhela encontrarse con él?

2. ¿CÓMO VENDRÁ JESÚS?

a) ¿Volverá Jesús secretamente?

"Ya os lo he dicho antes (dice Jesús). Así que, si os dijeren; Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. PORQUE COMO EL RELÁMPAGO que sale del oriente y se MUESTRA hasta el occidente, ASÍ SERÁ LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE". -- S. Mateo 24:25-27.

¡Cómo relámpagos visibles a gran distancia! La venida de Jesús no será un acontecimiento secreto o imaginario.

b) ¿Volverá como una persona real?

"Y estando ellos (los seguidores de Jesús) con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? ESTE MISMO JESÚS, que ha sido TOMADO de vosotros AL CIELO, ASÍ VENDRÁ como le habéis visto ir al cielo". -- Hechos 1:10-11.

El día que Jesús ascendió al cielo, dos ángeles aseguraron a los discípulos que "ese mismo Jesús" que había sido tomado de entre ellos, regresaría en persona como Rey de reyes: el mismo Jesús que abrió los ojos de ciegos, sanó enfermos, enjugó las lágrimas de los afligidos, habló con amor a la mujer sorprendida en adulterio y recibió a los niños en su regazo; el mismo Jesús que murió en la cruz del Calvario, descansó en la tumba y resucitó al tercer día.

c) ¿Lo podremos ver cuando regrese?

"He aquí que viene con las nubes, y TODO OJO LE VERÁ". -- Apocalipsis 1:7.

Todos los que estén vivos --justos e injustos-- verán a Jesús cuando venga.

¿Cuántos dijo Jesús que verán su regreso?

"Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán TODAS LAS TRIBUS DE LA TIERRA, Y VERÁN al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria". -- S. Mateo 24:30.

Todos los habitantes de la tierra contemplarán la segunda venida de Jesús.

d) ¿Quiénes acompañarán a Jesús cuando venga?

"Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria". -- S. Mateo 25:31.

La aparición de un solo ángel postró completamente a los guardias romanos (S. Mateo 28:2-4). Imáginese lo que sucederá cuando Jesús venga rodeado por "todos los santos ángeles".

e) ¿Podemos predecir el tiempo exacto del regreso de Jesús?

"Pero el día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre... Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis". -- S. Mateo 24:36, 44.

Todos verán la gloriosa venida de Jesús, pero la gran mayoría no estará preparada. ¿Lo está usted?

3. ¿QUÉ HARÁ JESÚS CUANDO VENGA?

a) Jesús traerá salvación a los que lo esperan (los elegidos).

"Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro". -- S. Mateo 24:31.

Si usted deja entrar a Jesús en su corazón, estará entre los que lo recibirán con gran alegría, como su Salvador.

b) Jesús resucitará a los justos muertos.

"Porque el mismo Señor con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; Y LOS MUERTOS EN CRISTO RESUCITARÁN PRIMERO". -- 1 Tesalonicenses 4:16.

Jesús descenderá del cielo con una potente voz que despertará a los muertos. Se escuchará en toda la tierra y abrirá los sepulcros de todos los que han aceptado a Jesús. ¡Qué día tan gozoso será ese!

c) Cuando venga Jesús transformará a todos los justos -no solamente a los justos muertos sino también a los vivos.

"Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, SEREMOS ARREBATADOS JUNTAMENTE CON ELLOS en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor". -- Vers. 17.

Cristo nos preparará para la eternidad. Cambiará nuestros cuerpos enfermos y pecaminosos por cuerpos hermosos e inmortales.

"He aquí os digo un misterio: No todos dormiremos; pero TODOS SEREMOS TRANSFORMADOS, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, A LA FINAL TROMPETA; porque se tocará la trompeta, y LOS MUERTOS SERÁN RESUCITADOS INCORRUPTIBLES, y NOSOTROS SEREMOS TRANSFORMADOS. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad". -- 1 Corintios 15:51-53.

Cuando Jesús regrese "todos seremos transformados". No habrá más artritis, parálisis o cáncer. Los hospitales y las empresas funerarias desaparecerán.

d) Jesús llevará al cielo a todos los justos. Jesús prometió: "Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo" a las moradas de mi Padre (S. Juan 14:1-3).

El apóstol Pedro habla de una herencia incorruptible "reservada en los cielos para vosotros" (1 S. Pedro 1:4). Cuando miramos el futuro podemos vislumbrar las maravillas de la ciudad de Dios, la Nueva Jerusalén, y nosotros hablando cara a cara con nuestro Padre celestial.

e) Cuando Jesús venga destruirá el sufrimiento para siempre.

Los que han persistido en rechazar a Jesús, cuando vean ese rostro glorioso que viene hacia ellos desde el cielo, no podrán sobrellevar la carga causada por sus pecados e indiferencia, y clamarán a las montañas y a las rocas: "Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero" (Apocalipsis 6:16).

Los impíos preferirán la muerte antes que estar frente a la penetrante mirada de Jesús. Saben que esa voz de trueno desde el espacio es la misma que antes les imploraba tiernamente que aceptaran su divina gracia. Los que se afanaron tras el dinero, los placeres o la fama, ahora se dan cuenta que rechazaron lo único que tiene verdadero valor en la vida.

Este es un hecho muy solemne; después de todo, nadie tiene por qué perderse. Dios no quiere "la muerte del impío" (Ezequiel 33:11); no quiere "que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2 S. Pedro 3:9). Jesús nos implora: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar" (S. Mateo 11:28). Pero, aunque parezca increíble, muchos rechazan su amorosa invitación.

4. ¿ESTÁ USTED LISTO PARA LA VENIDA DE JESÚS?

Jesús pagó un precio muy alto -su propia vida- para garantizarnos un glorioso futuro con él "en la casa de... (su) Padre.

"CRISTO FUE OFRECIDO UNA SOLA VEZ para llevar los pecados de muchos; y APARECERÁ POR SEGUNDA VEZ, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan". -- Hebreos 9:28.

El Salvador que murió en la cruz para limpiar los pecados de los hombres "aparecerá por segunda vez... para salvar a los que le esperan". Cristo se ofreció a sí mismo para salvarnos. Pero sin su segunda venida la cruz sería un fracaso, porque Jesús desea darnos un hogar eterno con él. Y para que esto sea una realidad, debemos dejar que él gobierne ahora nuestros corazones como Señor y Salvador.

En la mañana del 16 de agosto de 1945, un joven recorrió el campamento de Shantung, China, gritando que se acercaba un avión. Los prisioneros corrieron y miraron hacia el cielo. Habían sufrido años de ansiedad, aislamiento y privaciones, encarcelados por los japoneses como ciudadanos de países enemigos.

Los 1.500 prisioneros quedaron sobrecogidos de emoción al advertir que quizás ese avión venía por ellos. Cuando se acercó, alguien gritó: "¡Miren, tiene pintada la bandera norteamericana!" Y después del asombro, se oyó un griterío: "¡Nos saludan! ¡Vienen por nosotros!"

Esa gente harapienta, triste y nostálgica no podía contener su excitación. Corrían en círculos, gritaban, agitaban sus manos y lloraban.

De pronto guardaron silencio: del avión empezaron a caer paracaidistas. ¡Era demasiado para creerlo! ¡Serían rescatados inmediatamente! ¡AHORA MISMO!

Todos corrieron hacia el portón de salida. Nadie pensó en las armas que apuntaban desde las torres. Era una avalancha humana que se dirigía hacia los paracaidistas que ya aterrizaban.

Todos regresaron llenos de alegría al campamento, junto con los soldados. El comandante se rindió sin ofrecer resistencia. La guerra había terminado. Eran libres.

Nuestro Dios y Salvador muy pronto descenderá en las nubes para rescatarnos. La larga historia de la crueldad humana desaparecerá. Ese será un día de regocijo, pues finalmente le veremos: "¡El viene, se acerca! ¡Ya podemos ver los ángeles tocando sus trompetas!" El sonido aumentará. La nube de gloria se hará tan brillante que nos será difícil mirarla. Pero no podremos dejar de hacerlo, porque cada uno se dará cuenta de algo: "Él me mira, sabe quién soy". Con indescriptible gozo exclamaremos: "Este es mi Dios y viene por mí, no algún día sino hoy; ahora mismo".

¿Está usted listo para dar la bienvenida al Rey en toda su gloria? Si aún no lo ha hecho, invite ahora a Jesús para que dirija su vida. La venida de Jesús resolverá todos los problemas del mundo pero, mientras tanto, invítelo a entrar en su corazón para que le ayude a resolver sus problemas de cada día. Él puede librarlo de la culpa y la carga del pecado. Gracias a él su vida puede cambiar fundamentalmente para siempre. Usted puede confiar en Jesús. Él lo preparará para su reino y le dará la maravillosa seguridad de una vida eterna de felicidad.

 

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